Cada año en Cataluña se tiran 260.000 toneladas de comida. Estos alimentos desaprovechados equivalen a las necesidades alimentarias de 500.000 personas durante un año. Asimismo, el 22% de la población de Cataluña vive por debajo del umbral de la pobreza. El derroche alimentario es pues un problema complejo que va más allá del ámbito ambiental y que, ante las necesidades sociales existentes, resulta aún más insostenible e injustificable.
Pont Alimentari (puente alimentario) es un proyecto impulsado por Rezero y la Fundación Banco de Recursos. La campaña pretende aprovechar el excedente alimentario de los sectores de la distribución al por menor, el catering y la restauración ofreciéndolo a entidades sociales de apoyo a colectivos vulnerables (niños, enfermos, ancianos, comedores sociales …). La campaña trabaja también en la prevención de este despilfarro ofreciendo diagnosis de los alimentos tirados así como proponiendo buenas prácticas personalizadas para las empresas de estos sectores que lo soliciten.
Cada año en Cataluña se tiran 260.000 toneladas de comida. Estos alimentos desaprovechados equivalen a las necesidades alimentarias de 500.000 personas durante un año. Asimismo, el 22% de la población de Cataluña vive por debajo del umbral de la pobreza. El derroche alimentario es pues un problema complejo que va más allá del ámbito ambiental y que, ante las necesidades sociales existentes, resulta aún más insostenible e injustificable.
Pont Alimentari (puente alimentario) es un proyecto impulsado por Rezero y la Fundación Banco de Recursos. La campaña pretende aprovechar el excedente alimentario de los sectores de la distribución al por menor, el catering y la restauración ofreciéndolo a entidades sociales de apoyo a colectivos vulnerables (niños, enfermos, ancianos, comedores sociales …). La campaña trabaja también en la prevención de este despilfarro ofreciendo diagnosis de los alimentos tirados así como proponiendo buenas prácticas personalizadas para las empresas de estos sectores que lo soliciten.
Asimismo, se incide en la sensibilización tanto a los clientes y personal de las empresas donantes como a la población general en cuanto a los beneficios ambientales y socioeconómicos asociados a la reducción del despilfarro alimentario.