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Una muestra de orina que cambia la Ley de Residuos

Una muestra de orina que cambia la Ley de Residuos


Nuestra campaña Salud de Plástico, 5 años más tarde, ha culminado con éxito. Cómo muchos de vosotros sabéis, el pasado 31 de marzo el Congreso de los Diputados aprobó la Ley Estatal de Residuos y Suelos Contaminados con la prohibición del Bisfenol-A y ftalatos en los envases alimentarios.

Rezero, como siempre, había estado ahí, empujando, insistiendo hasta el último minuto. Hoy queremos compartir con vosotros nuestra historia de éxito, no ausenta de anécdotas. Queremos haceros partícipes de nuestro trabajo, del que hoy, por qué no decirlo, nos sentimos tan orgullosas. Y queremos invitaros a apoyar a Rezero porque, con vuestra contribución, podremos seguir trabajando con campañas como esta, podremos lograr nuevos retos y, sin duda, nuevos éxitos.

 


Una muestra de orina que hace cambiar la Ley de residuos

– la historia –

Mientras la chef Carme Ruscalleda intervenía en la mesa redonda, entre el público, Rosa García, directora general de recero y Anna Peña, directora de comunicación, se removían en sus sillas y cuchicheaban: Nos atrevemos? Lo hacemos?

Cuando acabó el acto, se miraron y supieron que no dejarían escapar la ocasión. Cómo si fueran fans que buscan hacerse la foto con la famosa de turno, se deslizaron entre la muchedumbre para llegar hasta el lateral del escenario, donde la Ruscalleda charlaba animadamente con el resto de ponientes. Entonces, ante la mirada atónita de la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación y el Presidente del Parlamento, Rosa se lanzó:

–Disculpa, Carme, pero te queremos pedir si nos darías una muestra de tu orina.

No era la primera persona a quien hacían una petición así y tenían un buen motivo para ello. Tenían entre ceja y ceja que la gente supiera hasta qué punto ingerimos tóxicos por culpa de la plastificación de los alimentos. No era una intuición ciega del equipo de Rezero. Hacía años que la comunidad científica alertaba que ciertos componentes de los plásticos, como el Bisfenol A y los ftalatos, migran de los envases hacia la comida que contienen. Y de ahí pasan a nuestros cuerpos.

Es fácil adivinar que de esta presencia plástica en nuestro organismo no puede salir nada bueno. Numerosos estudios identifican estos componentes como disruptores endocrinos y los asocian con alteraciones diversas, como daños sobre el desarrollo del aparato reproductor, afectaciones en el neurodesarrollo, enfermedades metabólicas o incremento de riesgo de algunos cánceres ligados a las hormonas.

Carme Ruscalleda se entusiasmó con la idea de dar su orina tan pronto como Anna y Rosa le hubieron explicado para que la necesitaban. Rezero quería analizar la orina de varias personas con proyección pública para conseguir más impacto cuando se dieran a conocer los resultados. El primer paso era el que estaban haciendo, convencer personas como la misma Ruscalleda, el cantante Macaco, el pintor Miquel Barceló o el cantante del grupo La Pegatina, Rubén Sierra.

Una vez animados con la idea los colaboradores, había que coordinar la recogida de las muestras. No fue fácil. No le puedes pedir a cualquiera que vaya a casa de Miquel Barceló a recoger un bote de orina que, además, hay que garantizar que se conserva en unas condiciones especiales. Raül Paniagua, de Rezero se encargó de coordinar las recogidas. De hecho, la mayoría de estos botes pasaron por los congeladores de las casas del equipo de Rezero, antes de ser enviados al laboratorio del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas, el equipo del cual contratamos para que asumiera la supervisión científica de todo el proceso. Una vez recogidas todas las muestras, desde allí volaron a Noruega, donde hay uno de los dos únicos laboratorios del mundo donde analizan, a 300€ la muestra, la presencia en orina de determinados tóxicos.

El día que llegaron los informes, los sentimientos en la oficina de Rezero eran ambivalentes. Por un lado, la inquietud por la contundencia de los resultados: ninguna muestra contenía menos de 20 compuestos de los 27 analizados. Por otro lado, la satisfacción de comprobar la importancia del que se habían propuesto. Habían conseguido las muestras de orina, tenían los resultados y ahora había prisa para comunicar los resultados. Había que forzar con urgencia un cambio normativo que pusiera nuestra salud por encima de los intereses económicos. Y para provocar este cambio, era prioritario conseguir que la ciudadanía fuera consciente de lo que estaba pasando.

Por suerte Rezero contó con la complicidad de periodistas de numerosos medios. Profesionales que supieron entender y comunicar la gravedad de lo que estaban poniendo sobre la mesa. Las imágenes, videos y textos que habian preparado también circularon como la pólvora por las redes. Gracias a ZeroWaste Europe la campaña, que había empezado en Cataluña y Baleares, se replicó en 7 países europeos.

Rezero lo había ideado, coordinado y había asumido los gastos. Carme Ruscalleda y todo el resto de participantes habían aportado su orina, su imagen y sus mensajes. Los medios lo habían dado a conocer. Pero una vez compartida la información y extendido la inquietud, hacía falta, más que nunca, conseguir que la clase política tomara cartas en el asunto. No era momento de pararse.

En Rezero se vio claro desde el primer momento que la redacción de la nueva Ley estatal de residuos era una oportunidad que había que aprovechar. Hasta entonces el discurso ambientalista sobre residuos no había incidido en el vector salud, pero conseguieron hacer bandera común con otras organizaciones para introducir la problemática de los tóxicos en el debate. A base de consensuar comunicados, redactar notas de prensa y reunirse con partidos políticos pareció que lo habían conseguido: la versión aprobada en el Congreso de los Diputados en primera instancia, introducía la prohibición del bisfenol A y los ftalatos en los envases alimentarios. Los representantes políticos habían optado por proteger la salud de la ciudadanía.

Pero no eran las únicas organizaciones que querían incidir en la nueva normativa. La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas presionó para hacer caer la prohibición y, al paso por el Senado de la nueva ley, lo consiguió: PP presentó una enmienda en este sentido y PSOE la apoyó. Ganaban los intereses económicos.

De todas formas, en Rezero la opción de tirar la toalla no se consideraba. La campaña «Senado de España, ¡aquí tienes mi orina!» con apoyo de entidades, ciudadanía y senadores progresistas, dio a conocer lo que se estaba a punto de perder y a la vez sirvió para hacer llegar el descontento de la ciudadanía a los senadores. Pero a la versión de la ley aprobada en la cámara alta la prohibición del bisfenol-A y los ftalatoss había caído. Parecía que la causa estaba perdida.

Aun así hubo nuevas reuniones, nuevos comunicados y muchas llamadas. Había que quemar todos los cartuchos. Era necesario volver a recordar que cuando está en juego la salud de la ciudadanía, no se puede perder el tiempo y aún menos ceder a las presiones de las empresas.

Cuando llegó el día de la votación definitiva en el Congreso, el 30 de marzo, había suficiente incertidumbre para dejar margen a la esperanza. Rosa seguía la retransmisión de la sesión jugueteando sin cesar con los cables de sus auriculares e iba informando el resto del equipo. Hasta que por fin, se dio a conocer un pacto entre partidos impulsado por Unidas Podemos que pasaba por aprobar la prohibición.

La oficina fue una fiesta. Una fiesta donde hubo momentos para recordar todo lo vivido para llegar hasta aquí, como el día que dos mujeres se acercaron a Carme Ruscalleda para pedirle su orina. Una fiesta donde se sintió la necesidad de compartir la alegría y la satisfacción con todas las personas que conocéis Rezero.

5 Años de trabajo en equipo, 80 muestras de orina, 7 países implicados y un número infinito de llamadas, reuniones y publicaciones han servido para tumbar la balanza de la nueva Ley de residuos eliminando el Bisfenol-A y los ftalatos. Al fin, Salud de Plástico, pronto será historia.

Hoy más que nunca, nos sentimos orgullosas de nuestro trabajo y de las consecuencias que hemos generado por la sociedad.

Por eso te pedimos tu apoyo. Ayúdanos a seguir trabajando con campañas como esta, a hacer frente a los nuevos retos, a conseguir nuevos éxitos.