El proyecto Remenja’mmm conecta el Hospital de Son Espases con la entidad SOS Mamas. Un nuevo puente alimentario que contribuye a reducir el desperdicio alimentario en Baleares.
Al final del día, lo que queda no son las cosas que hemos acumulado, sino los momentos que hemos compartido. Ascen Maestre, sanitaria de profesión, cuidadora de vocación, fundadora y presidenta de SOS MAMAS, lo tiene y lo deja muy claro. SOS Mamas no sólo reparte alimentos, tambien regala tiempo, relaciones, “conhort”.
Conhort, algo así como “alivio” en catalán. Es el nombre del comedor social que la entidad tiene en Palma. Pero lejos de parecerse a un comedor social al uso, aquí no hay colas en la puerta. Éste quiere ser un espacio familiar, multigeneracional y multiracial, donde los comensales compartan mesa.
“Empezamos ayudando a madres sin recursos con temas básicos, una canastilla, ropa premamá. Empezamos a recibir alimentos y donaciones y así crecimos. Hoy cubrimos casi 14.000 personas y contamos con 208 voluntarios”, comenta Ascen.
Este mes de mayo, desde el proyecto Remenja’mmm que Rezero implantó en Baleares durante el 2023, se ha creado un puente alimentario entre el Hospital de Son Espases y SOS Mamás, justo en el momento que la UE anunciaba la eliminación de las ayudas a las entidades sociales. Para Ascen “Lo de Son Espases me llegó al corazón. Justo recibí la noticia de la UE que me llama Roser de Rezero. Fue un alivio, hasta lloré”.
La furgoneta de SOS MAMAS recoge puntual los alimentos sobrantes del buffet en Son Espases para llevarlos en caliente y alimentar otros centenares de personas. Un mes después de iniciar la relación, ya se han repartido casi 4.000 platos de comida, más de 900 kg de alimentos de elevada calidad nutricional y que han permitido a la entidad mantener el servicio del comedor abierto.
“En SOS Mamas la mayoría de voluntarios hemos pasado por una enfermedad. Tengo compañeros con cáncer, gente mayor…Yo misma, me operaron del corazón en 2012 con un pronóstico de 2 años, y aquí sigo”.
SOS Mamas ha demostrado ser una línea de vida en tiempos oscuros. Ascen Maestre, mientras se iba apagando, se agarró a esa línea para ofrecer un plato caliente a madres al borde del colapso, a niños que de otra manera estarían desnutridos o a personas sin papeles. Y aquí sigue.
A veces, en el caos de la vida, lo que necesitamos no son soluciones grandiosas y complicadas, sino un simple retorno al sentido común. Porque en el fondo, la verdadera revolución no siempre es radical; a veces, es tan simple como el acto de cuidar unos de otros. Abrir puentes puede ser el gesto más valioso y significativo de todos.