Rezero reunió ayer en Sencelles a algunas de las primeras empresas interesadas en formar parte del grupo motor para impulsar el proyecto ReWine en Mallorca. La reunión tuvo lugar en Son Prim, una de las bodegas interesadas en formar parte de esta iniciativa, y contó con la participación de empresas y representantes del sector productivo como Tianna Negre, Bodegas Ribas, Vinos Nadal, DO Binissalem, DO Pla i Llevant y Vinos de la Tierra de Mallorca. El sector hotelero estuvo representado por el Grup Riu, Garden Hotels y la Red Balear de Hoteles Sostenibles. La constitución de este grupo motor cuenta inicialmente con el soporte de la Fundación Mallorca Preservation.
Según unas primeras estimaciones, se calcula que sólo en Mallorca se podrían producir y consumir unos 5 millones de botellas de vino en formato reutilizable cada año, ahorrando unos 2 kg de CO2 por botella reutilizada. Ésta es la hipótesis que plantea Rezero, después de la experiencia piloto ReWine que durante 4 años ha analizado su viabilidad en el sector vitivinícola de Cataluña y que ahora se quiere implementar en Mallorca.
Para Roser Badia, coordinadora de Rezero en Baleares “El despropósito del actual sistema de usar y tirar es aún más grave en el caso de Baleares, donde las bodegas deben importar millones de botellas de vidrio cada año que una vez utilizadas y suponiendo que acaben en los contenedores de vidrio, deben exportarse trituradas para ser recicladas en la península, con el consecuente impacto ambiental y económico que ello supone. La condición de insularidad y las dimensiones de Mallorca hacen que éste sea un territorio idóneo donde implementar un sistema de reutilización”.
Llegar a materializar un circuito de reutilización en Mallorca supone un esfuerzo y un gran reto para el sector del vino. Son muchos los actores implicados y será necesario adoptar acciones a nivel organizativo, logístico y en cuanto a infraestructuras para recuperar y poner en valor la cultura de la reutilización.
Sin embargo, los asistentes coinciden en que es una cuestión de tiempo y que el futuro va en esa dirección. Y es que de hecho, el futuro ya está aquí, como muestran las tendencias a nivel de normativa comunitaria, estatal y autonómica, y las iniciativas que surgen de otros territorios cercanos.
En Baleares, tal y como apunta Jaume Ordinas, jefe de compras de Garden Hotels, la nueva ley de circularidad del sector turístico, obliga a los hoteles a cambiar su modelo de compras y de rebote el de los propios proveedores, para poder adaptarse a la demanda. Proyectos como ReWine pueden permitir al sector dar cumplimiento a los planes de circularidad aportando indicadores para medir el uso de envases reutilizables. En ese sentido, el sector del vino de Mallorca tiene ahora la oportunidad de ser pionero y abrir camino.
Para Ana Riera, directora de la Fundación Mallorca Preservation «cuando se implementa un nuevo modelo la gente lo acaba asumiendo y Mallorca es un lugar ideal para un proyecto como éste».
Compartir y superar reticencias iniciales y poner en común soluciones sobre el terreno, contando con todos los actores implicados, es la tarea que se ha marcado Rezero para llegar a diseñar un circuito de reutilización dimensionado en el volumen de la isla y que, a día de hoy está abierto a valorar todos los escenarios posibles para los sistemas de logística, lavado, sistemas de autoorganización, tipología de botellas, posibilidades de estandarización, etc.
La misma entidad ha puesto en marcha una plataforma de información y mecenazgo a fin de poder sumar el máximo de actores y esfuerzos para su implantación, haciendo un llamamiento a todos los interesados a formar parte de la iniciativa.