El comercio electrónico no ha parado de crecer en los últimos años y se ha arraigado con fuerza como una opción habitual de consumo para una parte importante de la población.
El comercio electrónico ofrece una serie de ventajas a las personas consumidoras, especialmente en relación a la comodidad, al ahorro de tiempo y desplazamientos y a poner cualquier tipo de producto al alcance de poblaciones con menos oferta de comercio físico o de personas con problemas de movilidad u otras dependencias. Aun así, este tipo de comercio también tiene asociados una serie de inconvenientes, muchos de ellos relacionados con el impacto ambiental a causa del transporte y los envases utilizados por la entrega de los productos.