Los continuos cambios en las aplicaciones y características de los aparatos hace que aumente la producción aparatos eléctricos y electrónicos (AEE) y que los ciclos de innovación/obsolescencia sean más breves, acelerando su sustitución y generando un incremento correlativo de la generación de residuos derivados de estos aparatos (RAEE). Debido a la presencia de sustancias tóxicas en su composición, como por ejemplo metales pesados, los RAEE suponen un riesgo para la salud humana y medio ambiente, si no son gestionados correctamente. Por otro lado, en su fabricación también se utilizan materiales muy escasos y valiosos. Su recuperación, preparación para la reutilización y reciclaje, no solo evita la extracción de materias primas no renovables y los impactos ambientales y sociales causados por la minería, sino que también reduce la emisión de gases de efecto invernadero asociados con su procesamiento.
Evolución de la cantidad de AEE domésticos puestos en el mercado y la cantidad de RAEE recogidos selectivamente en el Estado español
Fuente:Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y Eurostat
La recogida selectiva de RAEEs aumentó un 178% entre 2013 y 2018, llegando al máximo de 48% de recogida selectiva en el 2018.
No se dispone de datos más recientes de recogida selectiva de estos residuos en el Estado español.