Los continuos cambios en las aplicaciones y características de los aparatos hace que aumente la producción aparatos eléctricos y electrónicos (AEE) y que los ciclos de innovación/obsolescencia sean más breves, acelerando su sustitución y generando un incremento correlativo de la generación de residuos derivados de estos aparatos (RAEE). Debido a la presencia de sustancias tóxicas en su composición, como por ejemplo metales pesados, los RAEE suponen un riesgo para la salud humana y medio ambiente, si no son gestionados correctamente. Por otro lado, en su fabricación también se utilizan materiales muy escasos y valiosos. Su recuperación, preparación para la reutilización y reciclaje, no solo evita la extracción de materias primas no renovables y los impactos ambientales y sociales causados por la minería, sino que también reduce la emisión de gases de efecto invernadero asociados con su procesamiento.
Evolución de la cantidad de AEE domésticos puestos en el mercado y la cantidad de RAEE recogidos selectivamente en la UE
Fuente:EUROSTAT
La cantidad de aparatos electrónicos y eléctricos puestos en el mercado ha crecido un 71% entre 2010 i 2018.
Sin embargo, el porcentaje de recogida selectiva de RAEE solo aumentó un 10% en el mismo periodo.
Por este motivo, resulta evidente la necesidad de mejorar la recogida selectiva de los RAEE para garantizar una correcta gestión medioambiental de estos y, por lo tanto, una mejor contribución al desarrollo de la economía circular, puesto que la producción de estos aparatos requiere el uso de recursos escasos y caros.