RezeroLab

A pesar de ser una prioridad en la jerarquía europea de residuos, la reutilización se encuentra en claro retroceso en Cataluña. Los envases de vino actualmente no se reutilizan en ninguno de sus canales de distribución, ni tanto solo en hoteles, restaurantes y caterings, como pasa en otros sectores de bebidas con los envases de refrescos o cervezas. El 6% de las bebidas envasadas consumidas en Cataluña son botellas de vino. Cada año se consumen en Cataluña 147 millones y el 43% de estas no se reciclan.

ReWINE es un proyecto para promover la reutilización de botellas en el sector del vino, para reducir la generación de residuos, los gases con efecto invernadero y ahorrar costes. ReWINE quiere demostrar a través de datos experimentales la viabilidad técnica, sanitaria y de calidad de un sistema sostenible de recogida, limpieza y reutilización de botellas de vidrio en el sector vitivinícola de Cataluña. Por ello, se ha realizado una prueba piloto que involucra consumidores, bodegas, bares, restaurantes, empresas distribuidoras, tiendas, cadenas de supermercados y puntos limpios para la reutilización de botellas de vino desde su lavado, etiquetado, embotellado y distribución al mercado hasta su recolección.

La prueba piloto, impulsada conjuntamente con Parque de Investigación UAB, Agencia de Residuos de Cataluña, Inèdit y Ètim online, se inició en julio del año 2018 y finalizó en Febrero del 2019. Han participado casi 100 puntos de venta y retorno de botellas: 7 bodegas, 54 restaurantes, 32 tiendas o supermercados, 3 puntos limpios y 2 empresas de distribución. Durante este tiempo, se han puesto a la venta más de 130.000 botellas de vino, se han recuperado un total de 82.621 para su reutilización y se han evitado un total de 37 toneladas de residuos de vidrio. El proyecto ha demostrado que un sistema como este puede ser una solución rentable para las empresas y el medio ambiente.

En Cataluña, cada día se ponen a la venta 9 millones de envases de bebidas de los que solo 3,5 se recogen selectivamente. El resto – 5,5 millones- acaban en vertederos, incinerados o dispersados por el entorno. Esto supone tanto un importante impacto ambiental como un derroche de materia prima.

Del 15 de abril al 30 de junio de 2013, desde Rezero, la Asociación Retorna y el Ayuntamiento de Cadaqués, con la supervisión de la Agencia de Residuos de Cataluña, se impulsó una prueba piloto del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno de envases de bebidas (SDDR) en Cadaqués, como sistema complementario al sistema integral de gestión existente.

Con la participación de 10 establecimientos de la localidad (8 pequeños comercios y 2 supermercados) y los gestores de 4 máquinas expendedoras, se incorporaron al SDDR los envases metálicos y de plástico desechable de agua, cerveza, zumos y refrescos (incluidas las bebidas energéticas y combinados) -por tratarse de los productos más consumidos, por su aceptación en las máquinas de retorno automático cedidas para la prueba y por ser los más susceptibles de ser abandonados en el entorno. Estos envases se marcaron con un código de barras para su trazabilidad y el incentivo económico para su devolución fue de 5 céntimos.

La prueba tuvo una buena acogida por parte de los comercios y la ciudadanía – al 85% de los ciudadanos de Cadaqués les gustaría ver el sistema implantado en Cataluña. El nivel de retorno de los envases de bebidas fue del 76% de las ventas (81.183 envases), llegando al 91% al final de la prueba piloto. La recogida selectiva de envases ligeros se multiplicó por cinco, pasando del 12% al 66%. Además, el material recuperado a través de este sistema tiene los estándares de calidad más elevados de la industria del reciclaje incrementando su valor, así como las posibilidades de hacer nuevos envases de los mismos.

En una implantación real, se calculó que el ahorro neto para el Ayuntamiento en la gestión y recogida de los residuos sería de entre 23.000 y 33.605 euros/año -cerca de diez euros por habitante y año. El alcalde de Cadaqués también destacó que la localidad estuviera mucho más limpia.

Así pues, los resultados de la prueba piloto muestran la viabilidad del sistema en nuestro país, tanto económica como técnica y social – una opción de reciclaje que ya funciona con éxito en más de 40 países y regiones del mundo conviviendo con el contenedor amarillo.