Zero Waste Europe celebra el desarrollo del ReuSe Vanguard Project en Barcelona, liderado por Rezero.
Reproducimos el texto publicado en su web, traducido al español.
En el zumbido de las calles de Barcelona, se está produciendo una revolución residuo cero. En los últimos años, Rezero ha liderado la misión de hacer de los envases reutilizables la nueva norma en una de las ciudades más grandes de Europa. La iniciativa está integrada en el ReuSe Vanguard Project (RSVP), una acción paneuropea para normalizar la adopción de sistemas de reutilización interoperables, asequibles y adecuados para bebidas y alimentos para llevar, tanto para empresas como para ciudadanos.
Acabar con el hábito del usar y tirar
Afrontémoslo: hasta ahora, el uso de envases reutilizables para alimentos y bebidas en Barcelona ha estado poco más que anecdótica. Pero las opciones de reutilización por comida para llevar están creciendo, con empresas como Vasovengo y Bumerang ofreciendo tazas y boles reutilizables para llevar. Vasovengo ofrece un sistema de depósito sencillo para tazas y boles reutilizables, mientras que Bumerang utiliza un enfoque de alta tecnología con códigos QR para hacer el seguimiento tanto de los usuarios como de los contenedores. Otras opciones, como Pacto Cero, también están disponibles para los restaurantes locales. Estas empresas facilitan a los restaurantes y cafeterías el cambio hacia opciones de comida para llevar sostenibles, dando a la clientela una serie de facilidades para adaptarse a sus preferencias.
Es precisamente para facilitar y ampliar este renacimiento de la reutilización que Rezero decidió tomar medidas. Con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, la empresa de gestión de residuos Urbaser y otros socios, Rezero lanzó un ambicioso proyecto piloto, en forma de campaña, que se desarrollará hasta el final del 2024. Los objetivos de TakeAway Retornable son claros: aumentar la conciencia sobre los sistemas de vasos y boles reutilizables, educar tanto a quién gestiona restaurantes como la clientela sobre sus beneficios y crear una red de alianzas para promover su adopción. Es un propósito ambicioso, pero los resultados ya son prometedores.
De la fidelización de la clientela al artivismo
En el centro del proyecto hay un sistema de tarjetas de fidelización digital que está convirtiendo las opciones sostenibles en recompensas emocionantes. Imagínate ganar puntos cada vez que devuelvas un vaso o un bol. Después de 21 usos, podrás elegir entre toda una serie de experiencias, desde escape rooms y talleres de arte, hasta conciertos y actividades deportivas. Es emocionante y gratificante tanto para las personas consumidoras como para los restaurantes, puesto que el establecimiento que usa más contenedores reutilizables cada mes también obtiene un premio especial.
Pero la campaña no se para aquí. Imagináis una escultura imponente hecha completamente de contenedores desechables descartados, desafiando en una ventana del centro comercial de Westfield? Esta pieza de artivismo, creada por Art is Tra$h, es un recordatorio crudo de los residuos generados por artículos desechables y de la necesidad urgente de cambio.
Difundiendo el mensaje
El alcance de la campaña ha sido impresionante. Gracias a la colaboración con Clear Channel, más de 330.000 anuncios han captado la atención de la ciudadanía en más de 100 carteles digitales de toda la ciudad. El mensaje también se ha difundido a través de varios medios de comunicación, desde la revista Time Out hasta Beteve y Catalunya Ràdio. Los webs de la ciudad de Barcelona también han impulsado esta campaña.
Sin embargo, la sensibilización más importante ha sido para los mismos restaurantes. El equipo del proyecto ha visitado personalmente más de 200 establecimientos, ha hecho envíos regulares a más de 750 y ha ampliado las invitaciones a 3.900 restaurantes a través del Gremio de Restaurantes de Barcelona. Incluso el distrito de negocios de la ciudad se ha sumado a la causa, con 22netnetwork Barcelona difundiendo información del proyecto a sus 250 asociados. Otros agentes, como el eje comercial del barrio del Poblenou o la Hostelería por el Clima, también informaron sus restaurantes sobre el piloto.
Por supuesto, no hay revolución sin sus retos. Muchos bares y restaurantes han dudado en adoptar contenedores reutilizables, alegando cuestiones sobre los costes y la confusión del cliente. La campaña está abordando estas dudas directamente, proporcionando información clara sobre los sistemas y demostrando su potencial de ahorro.
Construyendo un futuro centrado en la reutilización
A medida que el piloto continúa, el equipo no está mostrando ninguna señal de desaceleración. Se está llevando a cabo el proyecto Take Away Retornable en el prestigioso Foro Gastronómico, y se están llevando a cabo análisis de papeleras para resaltar todavía más el impacto de los contenedores desechables.
Las lecciones aprendidas de este piloto serán compartidas de manera amplia, para que puedan servir de inspiración a iniciativas similares en otras ciudades. Es posible que pronto veamos aparecer sistemas de contenedores reutilizables en estadios, cines y transportes. La ambición es utilizar los aprendizajes de este proyecto, así como los de las otras ciudades y ubicaciones del RSVP, para hacer de la reutilización una realidad cotidiana cada vez más grande para los ciudadanos y las empresas de toda Europa.
Aunque la adopción generalizada de sistemas para llevar comida reutilizables es, sin duda, compleja, una cosa es clara: los contenedores reutilizables son el futuro. A medida que avanzamos hacia una sociedad residuo cero, las ciudades y restaurantes pioneros tienen la oportunidad de liderar el camino.
Así que, si estás en el mundo de la restauración en Barcelona, ¿por qué no unirte a la revolución de la reutilización? Y si vives o visitas Barcelona (o cualquier ciudad, de hecho), ¿por qué no pides a tu lugar favorito de comida para llevar tu pedido en un contenedor reutilizable? Puede parecer un pequeño paso, pero como nos muestran Barcelona y las otras ciudades del RSVP, estos pequeños pasos conducen a un salto gigante hacia un futuro más sostenible.
22 de octubre