Del 24 al 30 de mayo se celebra la Semana internacional de la pobreza menstrual. Varias entidades de todo el mundo haremos visible la carencia de opciones menstruales más económicas y saludables para todas las personas y el medio ambiente.
En el Estado español, el 23,2% de las mujeres tienen dificultades o muchas dificultades para llegar a final de mes. Profesionales y entidades que trabajan cerca de los colectivos más vulnerables, han detectado que, en el caso de las personas que menstrúan, la falta de recursos económicos se traduce también en dificultades para acceder a los productos menstruales. Esto puede llegar a limitarles su día a día –llegando a derivar, por ejemplo, en absentismo escolar–, e incluso puede provocar problemas de salud.
Primeras medidas para hacer frente a la pobreza menstrual
Para luchar contra esta situación, conocida como pobreza menstrual, están empezando a implantarse iniciativas como la de la Universidad de Vigo, que el año pasado anunció que instalaría dispensadores de tampones y compresas desechables, gratuitos, en sus campus. También algunos países han reducido las tasas que graban el consumo de estos productos desechables e incluso, en Escocia, se ofrecen de forma gratuita a toda la población.
Es incontestable que el consumo de compresas y tampones comporta un sobrecoste a las economías de las personas menstruantes que, además, en el caso de las mujeres, ya sufren los efectos de la brecha salarial. Según un estudio pionero en el ámbito europeo, impulsado por Zero Waste Europe y realizado por Rezero, se estima que el coste anual asociado a estos productos, oscila entre los 21 y los 125 €; entre 749 y 4.493 € si extrapolamos a todo el ciclo vital.
Reutilizar para reducir gastos e impactos
Ahora bien, reducir o eliminar el coste de estos productos desechables, es la única solución para reducir la desigualdad que sufren las personas menstruantes? Experiencias como la que impulsa ‘Freedom2flow’, en Kenia, demuestran que no. Ahí, una iniciativa juvenil ha conseguido fondo para crear una red de confección de compresas de tela, que son repartidas entre la población que más lo necesita.
Así pues, los productos desechables no son la única solución contra la pobreza menstrual. De hecho, no pueden formar parte de la solución. Según el estudio realizado por Rezero, los datos del impacto ambiental y económico de compresas y tampones no reutilizables son impactantes. Aquí destacamos solo cuatro:
- en Cataluña, el consumo anual de 752 millones de productos menstruales desechables equivalen a 9 toneladas de emisiones de CO₂ (dato extra: con este CO₂ un coche ha dado 2 vueltas enteras a la Tierra);
- una persona menstruant al largo su vida fértil tira aproximadamente 180 kg de compresas y tampones;
- los productos menstruales desechables y toallitas húmedas se encuentran entre los 10 productos plásticos desechables más encontrados en el medio marino de la UE,
- y se puede considerar que la recogida de productos menstruales desechables, toallitas húmedas y otros residuos sanitarios de la superficie marina cuesta unos 50.000 € anuales al Gobierno de las Islas Baleares.
A todo esto, hay que añadir que se desconocen los efectos que pueden tener, para la salud de las personas, determinadas sustancias detectadas en los análisis de los componentes de tampones y compresas desechables. A pesar de que no es el objeto principal del estudio de Rezero, este sí que contiene información diversa sobre las sustancias tóxicas que se han detectado en compresas y tampones desechables. Sustancias que en pocos casos se incluyen en el etiquetado del producto.
Falta de conocimiento de los productos reutilizables
Por todo ello, defender que la lucha contra la pobreza menstrual tiene que pasar por el uso de los productos reutilizables no quiere decir, ni mucho menos, condenar las mujeres y otras personas menstruantes con pocos recursos a opciones poco atractivas que nadie quiere. Al contrario, la demanda de las opciones reutilizables crece día a día, sobre todo entre la población joven e informada, que, más allá de sus beneficios ambientales, encuentra ventajas para su día a día y para su salud.
Desgraciadamente, hoy en día todavía existe mucho desconocimiento sobre las alternativas a los productos desechables. Esta falta de información hace que ciertos sectores muestren hostilidad cuando se denuncia el impacto ambiental de los productos menstruales y se aboga por el uso de los reutilizables. Para dar a conocerlas y ayudar a superar estas reticencias, Rezero ha publicado una guía que detalla las diversas alternativas. Lo cierto es que cada vez hay más empresas que producen copas menstruales, ropa interior absorbente y compresas de tela. También se pueden encontrar esponjas marinas comercializadas para la menstruación y cada día más personas menstruantes están aprendiendo a practicar el sangrado libre.
Cambios necesarios: Nuevo Periodo
Defender las opciones reutilizables no quiere decir culpabilizar las personas menstruantes que no las utilizan. No añade cargas ni complicaciones a nadie. Al contrario. Defender las opciones reutilizables quiere decir defender los derechos de las mujeres y otras personas menstruantes a vivir este proceso natural sin vergüenzas, de forma saludable y sin tanto impacto en el medio. Esta es la base de la iniciativa Nuevo Periodo, impulsada por Rezero dentro de la campaña europea #EnvironmenstrualWeek. Así se pone de relevo en las demandas que recoge el Manifiesto sangriento, que entre otras medidas, reivindica:
- Programas de educación menstrual en las escuelas.
- Reducción o eliminación del IVA sobre los productos menstruales reutilizables, como ya ha hecho el Reino Unido.
- La obligación legal para los fabricantes de productos menstruales de eliminar los productos químicos peligrosos y el uso de toxinas.
- Un etiquetado claro y que se ofrezcan productos gratuitos a aquellas personas que lo necesitan.
- Un objetivo europeo de reutilización de productos menstruales.
De momento, la comisión por los derechos de las Mujeres y la igualdad de géneros del Parlamento Europeo (FEMM), ya aprobó un informe en que se posiciona a favor del uso de los productos menstruales reutilizables y a la vez promueve medidas contra la pobreza menstrual. Una muestra más que, contra la pobreza menstrual, las opciones reutilizables son la solución que necesitamos.
Actualizado: 17 de mayo de 2022